10 de junio: Un largo verano por delante

Hace tanto calor que por las tardes las calles están desiertas y los árboles sufren las largas horas de sol sin poder acercarse ni un poco a la sombra. Las hojas están sedientas, casi quemadas, se doblan sin sentido pero es imposible escapar de esos rayos que van aumentando la temperatura tarde tras tarde. Cincuentitantos grados Celsius. Apenas un día nublado como respiro, esta letanía de calor y más calor se puede hacer interminable.



La huida no puede ser otra que mirar hacia delante, sentir que se vive en un ciclo interminable y que esos días de otoño tienen que llegar. No hay mejor final que una larga siesta hasta entonces.

1 comentario:

  1. Y durante esa siesta, un viaje, una escapada corta, un acercamiento intenso, tantas veces anhelado, un paseo por las tierras del camaleón, un arce fresquito y desconocido después de unas gotas de sudor encontradas en un equipo de los de antes, de los grandes, de los fuertes, de los de siempre.... Una copa a tu salud (de anis) .

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