27 de marzo: Viejos frutos




Parecen brillantes al atardecer, pero los viejos frutos ennegrecidos y secos cuelgan como rosarios de alquitrán, que con su forma, dejan entrever las semillas que contienen.


Caerán esas semillas, antes o después, da igual, el suelo que les espera no está hecho para que brote la vida.





En lo alto, largas y finas ramas flexibles, que buscan sin encontrar, se disponen en diversos ángulos componiendo el reflejo del desorden, de lo inesperado, a veces un bello contraste frente a un cielo plano, otras como el último enrejado de una cárcel llamada ciudad.


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