Todo comienza en marzo




Aquí todo comienza en marzo, cuando el cielo es azul y, un día tras otro, siempre parece domingo de ramos.


De sopetón se han llenado muchas calles de colores, brotan las hojas nuevas con rabia y sus céreos verdes lo van cubriendo todo; se van adueñando del espacio los pájaros, como locos de aquí para allá, entre chirridos y gorjeos.


Aquello que estaba dormido despierta y en segundos se pasa de la quietud al frenesí, pero es un estruendo tranquilo, una explosión de los sentidos en calma, un corazón que se acelera sin perder el compás porque el aire nuevo va llegando a sorbos, aire templado, dulce aire de deseos y pasiones, veneno azul que hace vibrar lo viejo, entonces todo parece recién hecho y se vuelve a reinventar el tiempo para hacernos creer que hoy es siempre todavía.

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